London burning.

Londres arde en llamas. La  muerte del joven Mark Duggan por un disparo de la policia ha sido el desencadenante de los graves disturbios ocurridos en Londres durante éstos últimos días. A la semana de incendios, saqueos y enfrentamientos parece que le ha sucedido la calma y se escuchan opiniones de diversa índole.

Nos encontramos ante una revuelta sin organización, ni reivindicaciones o peticiones, una revuelta cuyo eje central ha sido el enfado, la impotencia y la rabia contra el orden establecido. El exponente de una situación de malestar general ante la falta de expectativas de futuro y la marginalidad de ciertos sectores de la población. Los sociólogos y analistas apuntan a la institucionalización del racismo, marginalización de barrios, desempleo, desestructuración social como factores objetivos desencadenantes de los hechos y se continúan preguntando qué es los que ha hecho que niños de alrededor de 12-13 años hayan participado en los enfrentamientos. Unos factores de desigualdad que se están agudizando en los últimos tiempos por el contexto de crisis económica que vivimos durante los últimos años. Una crisis generada por los grandes agentes financieros y a cuyos efectos los estamos pagando todos.  Sin embargo los mercados mandan y las soluciones adoptadas por los gobernantes han continuado bajo esa misma lógica: estan reduciendo las partidas a la educación, la sanidad, los servicios sociales y las pensiones. Flexibilizar el mercado de trabajo y nos lo venden como incentivo para la creación de empleo. En esa misma línea parece que los conservadores Británicos con el primer ministro Cameron a la cabeza  no realizan un analisis de fondo sobre las razones sociológicas de la revuelta y lejos de actuar a nivel social les basta con las  medidas policiales y represivas adoptadas al respecto.

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Sin embargo la realidad dista mucho de lo que nos quieren venden. Nos encontramos ante una generación de grandes mandatarios prisioneros de la banca y las grandes corporaciones gestionando unos estados  sin margen de maniobra ante las grandes deudas que afrontan. Nos dicen que hemos vivido muy bien hasta ahora y que en estos momentos es responsabilidad de todos apretarse el cinturon cuando la crisis ha sido generada una élite de especuladores financieros. Todo vale para  mantener un sistema que hace aguas por todas sus vertientes (crisis económica, de valores y ecológica) y no es capaz de resolver los problemas que él mismo genera. Nos encontramos en  una situación de malestar general, el capitalismo no es capaz de mantener el  bienestar de la mayoría de la población y ante esta situación de recortes de derechos, de servicios y de privatizaciones resurgen nuevos movimientos y protestas. Desde las diferentes alternativas sudamericanas desarrolladas durante el último decenio a la llamada primavera árabe del norte de áfrica y oritente medio y la línea del frente continúa sin parar desplazandose por diferentes geografías. Los movimientos sociales resurgen por doquier en todo el planeta, han partido desde la periferia pero actualmente estan tocando el propio corazón del mundo occidental como esta siendo Israel con su movimiento de indignados por los derechos sociales y la vivienda o los disturbios de Londres.

INFO+: http://english.aljazeera.net/indepth/spotlight/ukriots/