BILDU actúa hacia unos presupuestos municipales participativos para 2013.

Los concejales de BILDU han expuesto hoy en rueda de prensa una iniciativa para avanzar en la realización de unos presupuestos municipales participativos. Han presentado una agenda de reuniones tématicas abiertas a los ámbitos social, cultural, deportivo y urbanístico así como por barrios para hacer partícipes a los vecinos y las asociaciones del pueblo de los presupuestos municipales del 2013.

Los presupuestos: el documento más importante del ayuntamiento.

¿En qué se gasta los cuartos el ayuntamiento? El desglose de las partidas a destinar por el ayuntamiento durante todo un año queda definido en los presupuestos municipales. Allí se fijan las mejoras, inversiones y actuaciones a  realizar en el pueblo y es por ello que son los presupuestos el documento más importante del ayuntamiento, sin embargo los vecinos y vecinas conocemos poco sobre éste documento.

¿Cómo y dónde se fijan la destinación de las partidas presupuestarias? ¿Quién las decide? ¿Sabías que el ayuntamiento tiene un presupuesto anual de 16.300.000€? ¿Que el 50% va destinado a alimentar toda la estructura de servicios, personal y material necesaria para mantener el funcionamiento institucional?… Son ejemplos de esta lejanía.

Diferentes modelos de gestión.

BILDU parte de la filosofía de que nuestro pueblo lo construímos entre todos y todas las vecinas que habitamos en él. Durante años las inversiones municipales, las mejoras, reformas o subvenciones se han decidido en despachos de partidos políticos. Como hemos visto tanto con el PSOE como con el PNV aplican éste modelo de gestión. Sin embargo la financiación municipal se surte de rentas e impuestos de todos los ciudadanos. ¿No es ya el momento, en pleno siglo XXI, de avanzar en una democracia real abriendo espacios de gestión directa a los y las vecinas sobre los temas más importantes del ayuntamiento?

Se hace pueblo abriendo espacios de decisión vecinal.

Este funcionamiento que lleva el ayuntamiento desde hace décadas, nos lleva a los ciudadanos a una especie de clientelismo donde cada asociación, agrupación de barrio, escalera de vecinos o particular individualmente intentamos que se nos solucionen nuestros problemas.  De esta manera no conocemos las demandas del vecino, ni del de enfrente y esto hace que los políticos hagan y deshagan a su antojo. Esta forma de funcionamiento quita poder a los vecinos y debilita el tejido social y en definitiva el pueblo.

Existen otros modelos, el de realizar unos presupuestos participativos es uno de ellos. Para ello es necesario abrir espacios de intercambio de propuestas entre la gente del pueblo. Tenemos que construir una visión global del pueblo a partir de las visiones individuales de cada uno. Espacios donde escuchar los problemas de uno y de otro, ser conocedores de ello y marcar prioridades. De esta manera hacemos pueblo, fortalecemos el tejido social y somos los y las vecinas quienes tomamos las riendas de nuestro futuro.