La española vuelve a hondear en Trapagaran ante amenazas del gobernador de mandar a la guardia civil.

Tras la denuncia realizada por la retirada de banderas de la balconada del ayuntamiento por parte del concejal del PP a la delegación del gobierno, no se ha demorado en llegar el aviso del mismo delegado de gobierno sobre el alcalde de Trapagaran para reestablecer la enseña española,  bajo amenaza de graves sanciones e incluso intervención de la guardia civil si fuese necesario para cumplimentar su objetivo.

En su intervención el concejal del PP de Trapagaran habló de respetar la legalidad española, en la que indica que en todos los edificios oficiales debe hondear la española. ¿Pero es legitimo el respeto a una legalidad que se impone contra la voluntad mayoritaria de los vecinos de Trapagaran? Bien lo indica Gabriel Rodrigo (PP trapagaran) al decir que vivimos en un pueblo muy plural donde las cuatro sensibilidades sociológicas de Euskal Herria obtenemos representación en el ayuntamiento. Por ello eliminar las banderas no significa un agravio para Trapagaran, como si lo es colocar la española puesto que la enseña española es un simbolo de imposición para mayoría de los vecinos. Lo es indudablemente para sectores abertzales, pero también sin duda para sensibilidades de izquierda mayoritarias en nuestro pueblo, como que no podría ser de otra manera con una enseña monarquica y sucesora del franquismo.

Por ello pensamos y siendo conscientes de la gran pluralidad que existe en nuestro pueblo, que la mejor opción para el respeto de todas las sensibilidades sería la retirada de todas las banderas de la balconada del consistorio, evitando episodios de imposición como los acaecidos.

No es de nuestro interés agudizar el debate sobre la simbología y las banderas, porque más allá de los trapos, la identidad de pueblo con una cultura propia que quiere vivir abierto al mundo y libre de ataduras en el siglo XXI  se desarrolla, comparte y fortalece en la calle, en la convivencia diaría y en los proyectos comunitarios que desarrollemos en nuestro pueblo con esa visión de país. Por el contrario si es remarcable la forma en que se establecen los símbolos españoles aquí: contraviniendo la voluntad popular, mediante la imposición, las amenazas al alcalde y utilizando una fuerza armada como lo es la guardia civil.

Por lo tanto la española hondea de nuevo en la balconada del ayuntamiento pero nada mas lejos de indicar normalidad, la forma en la que reaparece es una muestra más de la debilidad en la que sustentan los pilares del estado en Euskal Herria que necesita de coacción y amenazas para establecer su legitimidad.

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