Sobre el modelo social de Azkuna.

“Atropello social y cultural” son los terminos con los que mejor se puede designar los acontecimientos ocurridos la pasada semana entorno al desalojo y posterior derribo del gaztetxe Kukutza de Rekalde. Un gobierno municipal obcecado la cerrazón de arrasar cualquier atisbo de organización y auto-gestión popular de las calles de Bilbao y que mediante una gestión desastrosa no ha sabido amoldarse a la realidad social y oportunidades que presentaba el proyecto de Kukutza para Rekalde. Una gestión  autoritaria y totalmente retrógrada en tiempos donde cada vez más desde diferentes ámbitos, incluso institucionales, se trabaja en iniciativas que buscan aumentar la participación popular como medio para la integración social y desarrollo de ciudades más dinámicas como la que suponía Kukutza.

Maś que un gaztetxe, Kukutza ha constituido toda una alternativa social para el barrio de Rekalde. Desde la implicación de todo un sector juvenil y el desarrollo de su proyecto socio-cultural estrechamente ligado a la realidad del barrio, Kukutza ofrecía un rocódromo, una escuela de danzas diversas, comedor vegano, escuela de circo, tatami, local de ensayo musical, local de teatro, biblioteca, sala de proyecciones, conciertos y galas de circo, ademas de ser un local abierto a cualquier nueva iniciativa del barrio,  gestionado en asamblea y en base a la autogestión. Todas estas características fueron las que impulsaron a más de 70 catedráticos y profesores de la UPV a remarcar a Kukutza como proyecto ejemplar de participación popular y construcción de una alternativa social para todo un barrio. (ver: Manifiesto de catedráticos y profesores por Kukutza).

Azkuna “no está en contra del modelo cultural de Kukutza, si en contra del modelo social que representa”

Sin embargo lejos de aceptar e impulsar la potencialidad que representaba el proyecto de Kukutza para Rekalde, Azkuna dice no estar en contra del modelo cultural de Kukutza, sí en contra del modelo social que representa. ¿Pero cuál es tu modelo social Iñaki? ¿El Bilbao de la Alhondiga, del Guggenheim y del Euskalduna, de los grandes caterings, inversiones e inauguraciones?  todas esas infraestructuras faraónicas culturales son necesarias pero resulta que en esos lugares son los ciudadanos los que se tienen que adecuar a las ofertas culturales de empresas o técnicos del ayuntamiento mientras que en Kukutza es el mismo proyecto el que se adecua a las necesidades de los vecinos. Además ya en el año 1995, en la realización del PGOU (plan general de ordenación urbana) la asociación de vecinos de Rekalde pidió el uso social del inmueble, petición a la que el ayuntamiento hizo caso omiso y calificó los terrenos como urbanizables.

Se habla de modelo social y precismanete ése es el debate: Qué  modelo social queremos para nuestras ciudades y barrios. Con sus últimas declaraciones Azkuna ha tratado de presentar  BILDU como una alternativa idealista y anti-sistema. Sin embargo ante un conflicto de intereses de tal envergadura donde el proyecto de Kukutza contaba con gran respaldo social, cultural e intelectual, a sabiendas además del gran déficit de infraestructuras sociales existente en el barrio de Rekalde, ni la alcaldía del ayuntamiento de Bilbao, ni en el Gobierno Vasco han sido capaces de mover ninguno de los departamentos diréctamente relacionados para asegurar la pervivencia de Kukutza. Ni los departamentos de cultura, ni los de barrios, ni los de participación ciudadana, nada. Existían alternativas, comprar el inmueble, buscar acuerdos de colaboración con la asamblea y asociaciones que lo gestionaban, y potenciar el modelo de participación y autogestión que representaba y funcionaba exitósamente en Kukutza. Pero estas opciones no entraban en el modelo de Azkuna, el departamento de interior, con la Ertzaintza y sus actuaciones “proporcionadas” en contra de todo el vecindario, en eso se resume el modelo social que del señor Azkuna: En priorizar la propiedad privada de un inmueble en manos de una constructora  inmiscuida en un asunto de una turbia reparcelación en Castro por delante de las necesidades de los vecinos del barrio.

Sin embargo Azkuna continúa cargando contra BILDU por defender un modelo de barrios  dinámicos y activos, con un desarrollado tejido social donde sean los propios ciudadanos quienes desarrollen sus intereses, aficiones y generen una cultura urbana propia.  Prefieren unos barrios muertos donde todas las actividades sociales sean controladas por empresas e instituciones y donde los vecinos se limiten a ser meros consumidores de los eventos sociales que se organicen en sus pueblos. Pero al contrario de lo que dice Azkuna no hablamos una cuestión de utopias y radicalismos, Kukutza ha sido el ejemplo real de que otras alternativas son posibles, y no es sujeto de debate, puesto que el éxito cosechado durante la más de una década en la que ha permanecido abierto así lo abala. Por ello desde BILDU estamos con la autogestion, por el poder popular, por el desarrollo de proyectos populares y alternativos que aporten al tejido asociativo del barrio. Estamos con los jóvenes, con la asociación de vecinos, con la gente de la calle que estaba haciendo uso de Kukutza para realizar sus proyectos y sueños, intentando construir un modelo social mas plural, abierto, libre y eficaz que el de Azkuna, donde se prioricen los intereses de las personas y las comunidades por encima de la del capital. No porque somos anti-sistema o radicales, sino porque creemos en un mundo mejor, proque creemos que Kukutza ha sido y será una herramienta para ello. Como dice Mario Benedetti no nos rendimos, (poema de Mario Benedetti), por encima de los Azkunas y Ares surgirá Kukutza IV.

AURRERA KUKUTZA! AURRERA AUTOGESTIOA!

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