Continúa el conflicto del centro de día: analizamos el modelo de externalización de servicios y sus alternativas.

El conflicto laboral del centro de día continúa enconado y sin visos de solución a medio plazo, otras cuatro jornadas de huelga entre la pasada semana y ésta son muestra de ello. Mientras tanto la empresa Urgatzi que gestiona los servicios del centro de día y asistencia domiciliaria de la gente mayor del pueblo se niega a negociar las revindicaciones laborales con las trabajadoras del servicio. Una posición que se ve fortalecida por la actitud del equipo de gobierno que dando la espalda a las solicitudes de las trabajadoras mantiene su negativa de mediar en el conflicto.

Desde la alcaldía y la concejalía de bienestar social (PNV) argumentan que es un conflicto interno de la empresa y que por lo tanto el ayuntamiento no tiene nada que decir ni hacer al respecto. Sin embargo son los servicios municipales los que se estan viendo mermados por las protestas con 7  jornadas de huelga en menos de un mes. Además es el ayuntamiento quien ha realizado la contratación de los servicios a la citada empresa y es el mismo quien fija las condiciones para el desarrollo del mismo. Por lo tanto mas que denunciar lo ocurrido, la verdadera cuestión es porqué se niegan los gobernantes a intervenir ante tal situación siendo el ayuntamiento un afectado directo del devenir del citado conflicto.

La externalización de los servicios es un negocio para empresas satélites de los partidos.

Durante las últimas décadas, intentando responder a las deficiencias y necesidades de la sociedad en la que vivimos, los ayuntamientos han desarrollado y multiplicado sus áreas de servicios. La gestión de estas áreas se han materializado fundamentálmente mediante la “externalización” de los servicios: Sistema a través del cual los ayuntamientos han licitado y licitan los servicios a empresas externas al mismo. Grandes áreas que dotadas de amplísimos presupuestos públicos han servido de trampolín para la creación de múltiples empresas, muchas satélites de los partidos políticos, especializadas en la gestión exclusiva de servicios municipales. Empresas que se dedican desde la gestión de las instalaciones municipales o deportivas, pasando por la limpieza y la jardinería, hasta diferentes ámbitos de la animación cultural, de asistencia social o de la educación de calle.

La riqueza de los ejecutivos de las subcontratas se basa en la precariedad de los trabajadores, mayoritariamente mujeres.

Mediante este sistema el dinero público pasa directamente a manos privadas. Un flujo de dinero basado además en un reparto totalmente desigual de la riqueza y una extracción de la misma desde el pueblo (arcas del consistorio) hacia fuera.  Del dinero pagado por el ayuntamiento por sus servicios a Urgatzi ¿qué porcentaje llega a manos de las trabajadoras? ¿qué porcentaje se queda la empresa? ¿dónde esta el trabajo y dónde el negocio?. La mayoría de las empresas de servicios municipales fundamentan su viabilidad en la precariedad de sus trabajadores, normalmente jóvenes y mujeres del pueblo.  Mientras que los bolsillos de los ejecutivos de las empresas se engrosan, la mayoría ajenos al municipio y “amigos” de los partidos gobernantes de turno.

Promoviendo lo local es posible revertir la riqueza de los servicios municipales en el pueblo y en manos de las trabajadoras.

Los poderes establecidos y partidos convencionales nos dicen que no hay otros modelos, nos venden el suyo como el único existente y nos hacen creer que es el único viable presentando los citados problemas como “males menores” o inevitables. Sin embargo su modelo no representa mas que un fraude a la ciudadanía en general en tanto en cuanto  promueven un reparto NO equitativo de la riqueza y la extracción de los recursos económicos del pueblo hacia el exterior del mismo.

Es posible revertir el modelo de extracción de la riqueza del muncipio hacia el pueblo. Promoviendo lo local, fomentando la cercanía y la horizontalidad, buscando modelos de trabajo mas democráticos y de reparto de riqueza mas equitativos, donde el centro de decisión se encuentre en el propio pueblo, en los usuarios y en los trabajadores de los servicios prestados. Cooperativas de trabajadores con condiciones laborales dignas, con plena implicación y decisión sobre el servicio a prestar y en contacto directo con los usuarios son modelos perfectamente viables y realizables. Modelos donde los recursos municipales se reinvierten en entidades y cooperativas del pueblo, fomentando un empleo duradero y de calidad dentro del municipio. Pero sobre todo generando un empleo que  este en manos de los vecinos y vecinas del pueblo y no de empresas y ejecutivos con intereses ajenos al mismo. ¡Es posible realizarlo! El ayuntamiento cuenta con herramientas de sobra (fondo de formación, asistencias técnicas, determina las licitaciones de servicios…) para promover y materializar el desarrollo de nuevos modelos de gestion de servicios municipales, los grandes ejecutivos y grandes empresas de “amigos” sobran.