Escándalo alimentario en el centro de día.

Dos veces la comida picada y una caducada es el resultado del nuevo sistema de catering “en linea fria” en menos de 15 días que lleva establecido en el centro de día. Los problemas en la calidad de la alimentación se vienen repitiendo desde la entrada de la nueva empresa que gestiona el servicio CLECE- Selectia (a partir del 3 de marzo pasado). BILDU ha denunciado la situación y solicitado al ayuntamiento que se tomen medidas al respecto (INFO+: Registro-solicitud de BILDU)

Sistema de catering en linea fria

El sistema establecido por CLECE centraliza la elaboración de la comida de la zona “norte” en Palencia, la elaboración para toda la semana se hace de una tacada, se envasa, y se conserva en frio hasta su consumo. El proceso se realiza de la siguiente manera:

1. Se compra la materia prima.

2. Se cocinan los menus para toda la semana.

3. Las raciones se envasan en envases unipersonales y se pasteurizan.

4. Los envases se almacenan en frio.

5. Se transporta en frio. Se realiza un porte semanal (los viernes) en el que se transporta la comida ya preparada para toda la semana al centro de día.

6. La comida se almacena refrigerada en el centro de dia para toda la semana.

7. Se calienta y se consume.

Un sistema que la empresa califica de mejora innovadora, puesto que según ellos se mantienen las caracterísiticas organolépticas y gustativas de los menus. Afirmaciones de la empresa que chocan frontamente con la evidencia de lo ocurrido en estos 15 días y el rechazo generalizado de los usuarios a consumir dichos menus por su “mal sabor”.

Reducir costes a costa de empeorar el servicio.

Elaborar la comida para toda la semana en Palencia para traerla a Trapagaran todos los viernes manteniendola en una nevera hasta su consumo precalentado es una práctica que a todas luces parece ilógica e ineficaz. ¿Porqué aplicar entonces este sistema? La respuesta es sencilla para reducir los costes del servicio y ampliar los beneficios de la empresa.

Para ello CLECE aplica lo que se llama “la economía de escala” mediante la cuál a grandes escalas los pequeños ahorros se convierten en grandes. Se trata de hacer mayores volumenes de compra de alimento, cocinar a gran escala y centralizar los procesos, todo para tratar de reducir personal, precios y costes.

El plateamiento puede ser interesante en procesos de producción industriales, pero el problema es que nos estamos refiriendo a servicios para personas y a elaboración de alimentos. Procesos donde a gran escala es mas dificil el control y el mantenimiento de la calidad. El ejemplo que está ocurriendo en nuestro pueblo no es único, como se pudo comprobar el verano pasado con la “linea fria” de los hospitales de Navarra.

Trasvasar el dinero público local a manos privadas y lejos del pueblo.

Este es un ejemplo mas del sistema-negocio de los partidos políticos entorno a la gestión de los servicios públicos al que estamos acostumbrados. Los ayuntamientos establecen unas condiciones, sacan sus servicios a concurso y las licitan a empresas normalmente satélites de los partidos y externas al pueblo. Se contrata gente del pueblo, mayoritariamente mujeres o gente joven a la que se le establecen unas malas condiciones laborales mediante la cual la empresa intenta reducir los costes para aumentar los beneficios de sus grandes empresarios (CLECE es la filial de servicios de ACS, la empresa de Florentino Perez). Dando como resultado una pérdida de la calidad de los servicios públicos como esta quedando claro con lo ocurrido en el centro de día.

El dinero publico municipal no se reinvierte en el pueblo, se extrae del mismo para pasarlo a manos privadas y a despachos situados lejos del pueblo.

¿Por qué no consumir lo local e impulsar a la economia del pueblo?

Esa es la verdadera pregunta de todas las cosas. ¿Por qué se hace esto de esta manera y no de otra? Normalmente porque hay intereses de pormedio. Interes de empresas e intereses de partido. Sin embargo desde el interés de la gente de a pié, de los vecinos y vecinas del pueblo ¿no sería mejor establecer un sistema en el que la riqueza revirtiese en el pueblo, tanto en la calidad del servicio como en la actividad económica?

Aquí y allí las instituciones dicen que apoyan al comercio local, dan pequeñas subvenciones a asociaciones de comerciantes y hosteleros, ayudan algunas campañas, sin embargo todo esto no es nada comparado con el dinero que el ayuntamiento inyecta a estas empresas de servicios. ¿No sería mejor basar el abastecimiento de la alimentación del centro de día en las carnicerias, fruterias o pequeñas tiendas del pueblo? ¿No sería mejor abrir una cocina en el centro de día y crear unos puestos de trabajo con gente del pueblo? ¿No sería mejor planificar los menus adecuado a las necesidades alimenticias de la gente mayor a partir de dietistas del pueblo? Seguro que habría diferentes formas de hacerlo pero lo mas interesante sin duda sería estudiar el coste real de este sistema y compararlo con el actual. Quizás nos sorprenderíamos de todo el fraude que se esconde tras estas empresas de “servicios”, de todo el dinero que nos están robando.